jueves, 8 de marzo de 2018

8 de Marzo 2018: una opinión de urgencia




De hecho se palpaba el éxito de la movilización de este 8 de Marzo. Hacía mucho tiempo que no ocurría algo semejante. Las mujeres, semanas antes, ya estaban en pie de paz. Todo un movimiento de movimientos en marcha. Así pues, no hay exageración alguna en afirmar que hoy ha sido un día histórico. Es más, también en esa importancia se incluye sobre todo el proceso anterior que la ha conducido a ella: miles de asambleas, dentro y fuera de los centros de trabajo, miles de reuniones y encuentros de todo tipo, dialogando los movimientos entre sí, interviniendo en las redes sociales. En suma, creando hegemonía. Un proceso que, vale la pena decirlo, ha puesto en retirada a los escasos piquetes anti 8 de Marzo, que han tenido que disfrazarse para evitar caer todavía en más ridículo. Comoquiera que esa batalla preparatoria la ha ganado el movimiento feminista la victoria del 8 de Marzo estaba cantada de antemano. La victoria póstuma de Mariana Pineda sobre Ramón Pedrosa.

Naturalmente las acciones de las grandes urbes –todas ellas oceánicas-- han tenido la mayor visibilidad mediática. Mandan los cánones de las audiencias. Pero ahí están viendo pasar el tiempo, como la Puerta de Alcalá, un gran número de ciudades menores y pueblos participando activamente en esta jornada. Entre otras muchas, Pineda de Mar con una magnífica concentración de mujeres y hombres [en la foto de arriba].  O sea, centenares de miles de situaciones anónimas que no han aparecido en los medios de comunicación contribuyendo con su testimonio a la gran pedagogía de masas de la acción colectiva por la igualdad y la equidad. La victoria de Hipatia contra sus verdugos.

Grande el movimiento de los movimientos. En España y en más de ciento setenta países. Y grande es, igualmente, el sindicalismo confederal. Conoceremos el balance pormenorizado. En todo caso, puedo significar que hemos vivido una jornada de gran trascendencia. A decir verdad podemos decir que nuestros sindicatos se han situado a la cabeza del movimiento sindical europeo con su coraje. Las grandes empresas han reaccionado, también los transportes, la sanidad, la enseñanza y la judicatura. ¿Qué dónde estaban los sindicatos? En los centros de trabajo dirigiendo la huelga, en las calles y plazas en nutridas manifestaciones. Miles de comités de comités de empresa adhiriéndose a la huelga. Y también provocando el gran experimento cultural que se desprende de la decisión de la Federación de Industria de Comisiones Obreras de Madrid: la delegación de este sindicato en el convenio colectivo del Metal está integrada exclusivamente por mujeres. Todo un ariete en la puesta al día del sindicalismo. Y toda una venganza póstuma contra la oposición que sufrió la eminente matemática francesa Marie-Sophie Germain (1776 – 1831) por parte del mundo académico de la época.

Entiendo que hoy no se ha desarrollado una acción simbólica, sino de una gran fisicidad: la salida a la intemperie de un gran caudal de exigencias, viejas y nuevas, que demandan un calendario de soluciones. Y, naturalmente, un giro en la praxis de la cultura de la política y el sindicalismo. Se avanzará, en  mi opinión, bajo tres condiciones: a) la unidad social entre mujeres y hombres, b) la unidad de los grupos dirigentes de todos los movimientos que han participado en esta gigantesca movilización del 8 de Marzo, y c) de la capacidad de sacar utilidades concretas de la gran movilización de hoy, Ocho de Marzo del Dieciocho.  Vale



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