sábado, 7 de octubre de 2017

El Opus Dei y el independentismo



1.-- «Cataluña no está lista para la independencia real». Lo ha dicho Artur Mas en el Financial Times.  Veamos: ha dicho “independencia real”. Lo que según el caballero comportaría una cierta diferencia entre independencia irreal, independencia estilo compadre y tantas variables como cada paladar pueda resistir. Importante y tardío este matiz artúrico que, sin embargo, no aclara por qué él y sus parciales han sometido a la ciudadanía a tan sonada precipitación con la truculenta Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Y menos aún despeja a qué tipo de independencia se convocaba el día 1 de Octubre. ¿O eran por su parte fuegos de artificio?

Propongo esta hipótesis: o Artur Mas es un aventurero de la política o es un completo indocumentado. Pero, a estas alturas, es muy difícil creer que el caballero de tan alto plumero desconocía la diferencia entre querer proclamar unilateralmente la independencia y ejercerla.

2.--  Oriol Junqueras hace dos días declaró al programa televisivo Al rojo vivo, que no cree que las firmas que han anunciado la marcha de las sedes sociales a otras latitudes lo hagan realmente. Horas más tarde zarpan a otros destinos Caixa Bank y el Banco de Sabadell. Se produce la decisión. Junqueras con voz tartajosa reacciona: «Bueno, pero no se va a Madrid, siguen en los Países Catalanes». Algo así como ciego yo, tuerto tú. Pero otra firma de las grandes, Gas Natural, hace las maletas y se va a… ¡Madrid!.  Retortijones a granel en las covachuelas de la Generalitat.

3.-- Los ideales del independentismo de Mas y Junqueras son legítimos, pero ambos han engañado a la ciudadanía aventurando que la operación era coser y cantar. Hasta el divino Romeva vendió el tinglado asegurando que, tras la independencia, la Unión Europea apoyaría al nuevo Estado en cinco minutos. Sancta simplicitas!  Ni siquiera el Papa Francisco apoya la operación. Por cierto, con esta decisión el Vicario de Cristo se ha ganado más inquina todavía del sector del Opus Dei, sacerdotalmente parroquiano militante del independentismo. Cuestión ésta que, hasta la presente, han guardado celosamente los estados mayores catalanes. Muy alargada es, por lo que parece, la sombra de Escrivá de Balaguer.


5.--  La pregunta inquietante: ¿quién paga ahora los costes de este descomunal camelo?


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