lunes, 23 de noviembre de 2015

Podemos, ¿cambio de metabolismo?



¿Sería mucho pedir que Podemos hiciera públicas las discusiones de su grupo dirigente que han motivado una serie de discontinuidades desde hace poco más de un año? Porque desde la declaración de intenciones ante las elecciones europeas hasta la presente se ha producido una serie de espectaculares meandros. Están a la vista de todos, por lo que nos ahorramos un pormenorizado elenco de las variaciones en unos casos y correcciones en la mayoría de ellos. Han sido tantas y tan notorias que dan la impresión de que se ha operado un cambio de metabolismo en Podemos.

Que la organización de Pablo Iglesias el Joven haya ido aquilatando sus propuestas es algo que un servidor ni quita ni pone. Están en su derecho. Lo que decimos es que no sabemos qué les ha llevado a la corrección, rectificación, giro o lo que sea. Algunos han sido de tal espectacularidad que no se reconocen en el intento de organización rupturista de sus primeros momentos. Pongamos que hablo, entre otros, de la renta básica universal garantizada –tal como la conciben Phillipe van Parijs y, entre nosotros, Daniel Raventós--  a lo que se plantea en estos momentos. O del no menos espectacular meandro en torno a Europa, que en sus inicios era un tanto caótica y gradualmente fue adquiriendo una buscada ´respetabilidad´, sea esto lo que quiera que sea.

Tengo para mí que en la joven historia de Podemos hay dos momentos que me aparecen bien diferenciados: a) desde su constitución hasta la llegada de Alexis Tsipras al gobierno griego, y b) desde esos momentos hasta nuestros días. La primera fase como hemos dicho tiene un carácter rupturista con una serie de palabras escénicas como «ni izquierdas, ni derechas», «arriba y abajo», la «casta», «impago de la deuda», que le sirven de visible y pronta identificación. Más o menos lo que, para Verdi, significaba su concepto de parola senica (1)

No hace falta decir que, en esos primeros momentos, Podemos es capaz de aflorar a la intervención pública a una parte importante de la izquierda submergida o vinculada en una u otra medida a las izquierdas tradicionales.

Son los acontecimientos griegos, con Tsipras en el gobierno, cuando aparece un gran giro en Podemos. Una gran parte de las propuestas iniciales de Podemos se van aquilatando buscando una razonabilidad que no estaba presente antes. Digamos que por el camino de Swann se camina a trompicones en busca del tiempo perdido. Y se deja de lado con presteza al «amigo Alexis». En todo caso, sigue caminando con andares marineros: recientemente Iglesias ha moderado y dulcificado su mirada hacia la Transición española y sus dirigentes, que ya no huelen a azufre; y hasta ha tenido el detalle de visitar las sedes de los sindicatos, que antes –decía poco más o menos— era una parte del candado del “régimen del 78”. Se ve que las necesidades aprietan.   

El giro también se ha producido en la intendencia organizativa. El asambleismo empieza a ser substituido por un acaparamiento de los poderes y sus correspondientes decisiones por el grupo dirigente central. Se diría que en esta cuestión Podemos es indistinto a otros partidos convencionales. Por lo tanto, una parte –y no irrelevante— de este partido emergente pierde plumas en su planteamiento regeneracionista de la política. De ahí que un sector  de los cuadros periféricos se haya alborotado. Entra dentro de lo normal que esa situación haya sido explotada mediáticamente, pero ello no impugna el evidente malestar de unas bases que –fatigadas de tanto meandro y ninguneadas por los fichajes estrella para la confección de las listas electorales de ahora— o han abandonado el partido o se han plantado: son los que añoran la magdalena de Proust cuando era niño chico.

Vale la pena añadir un elemento que apenas se ha comentado en los mentideros políticos aproximadamente bien o mal informados: Podemos no ha conseguido –salvo algunas excepciones--  patrimonializar en primera persona los grandes movimientos-marea de la periferia española. O bien ha tenido que compartir camarote electoral con ellos o no ha conseguido lo que quería. Lo que ha conseguido es crear un magma. ¿Dónde está el problema? ¿En el cantonalismo de dichos movimientos-marea? ¿En la indisimulada altanería del partido de Pablo Iglesias el Joven? Hasta ahí no llegamos y así lo decimos.

Todos los datos indican que Podemos tendrá cuantitativamente  unos buenos resultados electorales, pero que crearán un cierta estupefacción en Iglesias y sus costaleros. Han exhibido tanto músculo desde el inicio de su biografía –en esto no ha habido meandros, ni giros--  que, como no han llegado al Cielo, la cosa les sabrá a poco.

Sea como fuere, Podemos podrá jugar un papel importante en la vida política española tras los futuros comicios.  Pero eso no está escrito en las estrellas.



(1) Ejemplos de la famosa parola scenica verdiana: Va pensiero (Nabucco), Cortigiani vil razza dannata (Rigoletto), Sempre libera (La traviata). 


Radio Parapanda. Otra globalización es posible. Y necesaria. Escribe Isidor Boix en: http://iboix.blogspot.com.es/2015/11/otra-globalizacion-es-posible_22.html




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