jueves, 5 de febrero de 2015

¿Hacia un nuevo bipartidismo?



(En la foto están Pier-Paolo Pasolini y María Callas)



Escribe Tito Ferino


Desde hace unos meses hay una opinión muy generalizada, especialmente tras la irrupción en la arena política de Podemos: se ha acabado el bipartidismo. Tal vez, pero conviene ser cautos, pues echar las campanas al vuelo siempre es arriesgado. Así es que, como dejó cantado Perlita de Huelva, «precaución, amigo conductor, la senda es peligrosa». Podría caber la posibilidad de: una, la gran coalición entre el PP y el PSOE; dos, un bipartidismo distinto al actual, entre el PP y Podemos.

1.--  La gran coalición no es algo descabellado. Porque, de un lado, sean cuales fueren los resultados de todo el proceso electoral de este año, lo más plausible es que el Partido Popular pierda no pocas plumas; y, de otro lado, también los socialistas verían seriamente mermada su representación institucional.
Una forma determinada de entender la gobernabilidad por parte de ambos partidos podría llevarles a dicha coalición que, por lo demás, tiene partidarios de alto copete entre los socialistas y no mala prensa en otros sectores del PSOE. Unos y otros tendrían, a su entender, argumentos para justificarla: a) las coaliciones entre la derecha y el SPD que se han repetido en no pocas ocasiones en Alemania; y b) la necesidad de un gobierno fuerte y estable para encarar la cuestión catalana

2.— No pongan ustedes las cejas como acentos circunflejos de sorpresa: también es plausible un bipartidismo entre el Partido Popular y Podemos, sustituyendo al PSOE en ese menester. De un lado, la organización del joven Pablo Iglesias ejercería de primer partido de la oposición con la carga simbólica que ello comporta. De otro lado, el Partido Popular –considerando a Podemos como una organización más volátil que el PSOE— tal vez tenga en cuenta que los de Pablo Iglesias se irían deshilachando con el paso del tiempo y los socialistas poco saldrían ganando de ello. Más todavía, con ese nuevo bipartidismo la estabilidad de los socialistas quedaría en paños menores y puede que hasta sufriera una descomposición en taifatos diversos.

3.--  Naturalmente todo está a expensas del proceso electoral de este año del Señor 2015. Es verdad que las grandes tendencias indician –sólo indician--  el ascenso de Podemos y las abruptas caídas de Mariano y Sánchez. Pero el pescado todavía ni está en la lonja de la subasta ni, mucho menos, está vendido. Y para complicar las cosas ahí están los duendecillos de D´Hondt para hacer de las suyas. La cosa, pues, no está ni siquiera líquida sino gaseosa. Y, es más, queda el contexto que hemos dado en llamar internacional y, concretamente, algo parece moverse en Europa.

4.--  Una observación final: no se fíen mucho de estas observaciones, pero por si las moscas no las echen en saco roto. Recuerden lo que escribió nuestro  padre Homero: «Todo es posible si un dios lo maquina». Perdón, ahora no recuerdo si lo dijo en la Ilíada o en la Odisea.  Se recuerda que Homero no militó en Syriza.

Apostilla. ¿Qué juego está reservado a Izquierda Unida? No mucho. A menos que se dejen orientar por lo que sentenció Dante en aquellos tiempos, especialmente en el último terceto:  


Considerad vuestra simiente:
hechos no fuisteis para vivir como brutos,
sino para perseguir virtud y conocimiento.


[Canto XXVI de la Divina Comedia]  


Radio Parapanda.-- Julián Sánchez-Vizcaíno     Reflexiones sobre la situación de IU




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