miércoles, 12 de diciembre de 2012

LOS TRAPICHEOS DE ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUNYA


Primero. Hace unos días comentábamos en este mismo blog las evoluciones políticas tras las elecciones autonómicas en EL VUELO GALLINÁCEO CATALÁN: CiU y ERC. Afirmábamos que ERC estaba en la tesitura de o bien formar gobierno con CiU o darle a ésta un apoyo estable de legislatura. En lo que no habíamos caído –en nuestra torpeza hermenéutica--  era que ERC se plantea, ahora, la posibilidad de “insinuar”, sin formar parte del Gobierno, algunos consejeros. O, lo que es lo mismo, estar en el gobierno de manera oblicuamente florentina.

 

A todo esto va apareciendo con nitidez una cierta relectura de ERC sobre los recortes y la política de privatizaciones de los convergentes, mientras que éstos –en un esfuerzo geométrico de acercar las líneas paralelas--  dicen discutir algunos planteamientos de aquellos (se supone que la quincalla) siempre y cuando no afecten al tronco de lo hecho, dicho y anunciado por el president Mas. Un mal pensado diría que es la escenificación del guiñol (en lengua granadina, los cristobicas; en catalán, les titelles).

 

Segundo. Una candidata de CiU por la circunscripción de Girona afirmó en plena campaña, sin pelos en la lengua, algo que nadie se tomó la molestia de recriminar. Vino a decir que “bienvenida esta crisis porque abre la posibilidad de la independencia de Cataluña”. Es una zafia reedición del viejo aforismo: cuanto peor, mejor. En pocas palabras, el sufrimiento de centenares de miles de personas visto como bucle que conduce a la independencia de Cataluña. Ahora bien, cuando los huelguistas del 14 de noviembre acuden –también por centenares de miles a las manifestaciones— Artur Mas, con obsceno desparpajo, afirma que esa movilización es “un apoyo a la independencia de Cataluña”.

 

Pues bien, en ese juego de despropósitos zigzaguea ERC. Comoquiera que el objetivo final es la independencia, todo lo demás, la crisis en primer lugar, queda en segundo plano. Peor aún, como moneda de cambio para justificar su pícara postura de estar en el gobierno no estando físicamente. Para apoyar los recortes simulando que impone condiciones que, como hemos dicho, son pura quincalla. Es la independencia abstracta de Cataluña al margen de la condición de vida y trabajo de las personas de carne y hueso. Ya lo dijimos en cierta ocasión: es el chocante apoyo a un itinerario que pretende  “estructuras de Estado” que desestructura el Estado de bienestar.  

 

En resumidas cuentas, ERC se baja de la montaña de Montserrat, y como  serpa de CIU sube a la cima de Mont Pelerin. 

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