miércoles, 31 de octubre de 2012

DE HUELGA GENERAL A HUELGA TOTAL


El mensaje de esta foto es claro: la alianza de los sectores populares con el sindicalismo confederal en torno a los objetivos que convocan la huelga general del 14 de Noviembre, que ya está a la vuelta de la esquina. Ese día, al igual que el cariño de la copla, “ni se compra ni se vende”. Por supuesto, tampoco se trabaja. El mensaje de esta foto es, además, la información de estas tiendas populares hacia sus clientes de toda la vida. No es sólo una esquemática agitación y propaganda.

El pequeño comercio es posiblemente el sector económico más golpeado por la economía. Especialmente, aunque no sólo, por los efectos devastadores de la caída del consumo de la población, agravado por el incremento del iva y ahora con la inflación desgobernada. Toda repercusión en la pérdida de los poderes adquisitivos repercute directamente en el pequeño comercio que no dispone de los márgenes de las grandes superficies. Esta es una cuestión que vincula los intereses del conjunto asalariado con los pequeños comerciantes. El “ni se compra ni se vende” del día 14 de Noviembre es un potente nexo de la adhesión mutua entre trabajadores y pequeños comerciantes en un movimiento de defensa de intereses comunes. El cierre de comercios puede ser en no pocas ciudades el elemento más llamativo de esta acción democrática nacional. En resumidas cuentas, de huelga general a huelga total.  

Por lo demás, séame permitida una reflexión colateral. Cada vez que el sector de los pequeños comerciantes se ha desvinculado, por unas u otras razones, del movimiento de los trabajadores ha entrado en la ruina. Cuando, por ejemplo, osciló hacia aventuras populistas de líderes carismáticos --el qualunquismo italiano o el pouladisme en Francia-- no sacó nada de provecho (1).  

  

(1)          qualunquismo. Movimiento derechista creado en la Italia de la posguerra por el periodista y comediógrafo Guglielmo Giannini (el nombre se lo debe a su órgano de expresión, la revista L’Uomo Qualunque, cuya traducción no literal sería ‘el hombre de la calle’). El qualunquismo, al que rápidamente prestaron su apoyo los descontentos, pero moderados, de la clase media, aquellos que habían sido fascistas no por convicción, sino por conformismo, desapareció de la escena política a los pocos años. No obstante, en Italia sigue empleándose la palabra para designar al magma electoral que, en términos más actuales, se conoce como ‘la mayoría silenciosa’.


El poujadismo fue un movimiento político de derechas, rozando la extrema derecha, que surgió en Francia a mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo. Debe su nombre a Pierre Poujade, un librero francés que forma este movimiento muy activo y agresivo. Fue activo entre 1954 y 1958. El movimiento se organizó en torno a la Union de Défense des Commerçants et Artisans. El poujadismo era antisocialista, antiintlectual y antieuropeo. Se nutrió de una base social compuesta de pequeños comerciantes y de la pequeña burguesía acosada por la inflación de la última época de la IV República. Los poujadistas consiguieron representación parlamentaria. En las elecciones de 1956 obtuvieron 52 escaños en la Asamblea Nacional. La decadencia del poujadismo tiene mucho que ver con el regreso de De Gaulle a la política activa francesa y la creación de la V República. En todo caso, el lepenismo tendría en el poujadismo una de sus fuentes o precursores históricos (http://historiaideologias.blogspot.com.es/2011/05/poujadismo.html).




Radio Parapanda. El libro de Bruno TrentinLa ciudad del trabajo, izquierda y crisis del fordismo,  está a punto de aparecer. Los pedidos deben hacerse a 1mayo@1mayo.ccoo.es



sábado, 27 de octubre de 2012

MÁS ARGUMENTOS PARA LA HUELGA


Es verdad que sobran razones para la convocatoria y realización de la huelga general. Pero también es verdad que hay gente que tiene dura la sesera y piensa que no es para tanto. Por otra parte también pesa en algunos sectores el sentimiento de ir a la huelga sin transformar dicho sentimiento en explicación razonada. De ahí que me haya permitido divulgar una serie de datos (oficiales, por supuesto) del gran expolio que se está dando a las clases populares. Se trata, en este caso, de las transferencias de capital que se han desviado de lo público a los sectores financieros. 

La banca acaparó la mayor parte de las ayudas públicas concedidas en el año 2010 para superar la crisis económica, de forma que cada residente español aportó 1.846,67 euros para sanear a las entidades financieras, según se desprende del informe anual de ayudas públicas que elabora la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).

En total, las ayudas destinadas el sector financiero sumaron 87.145,47 millones en el año 2010, el 8,20% del PIB y el 99,59% de las ayudas anticrisis de ese ejercicio (87.497 millones), y el 94,2% de las ayudas públicas totales, que sumaron 92.500 millones.

¿Quién es esta cofradía de beneficiados? La reestructuración de Caja Castilla-La Mancha y de Caja Sur; la inyección de capital a la CAM; la ayuda de rescate a NCG Banco, a Unnim y a Catalunya Banco; la recapitalización y medidas de liquidez para Banco de Valencia y la ayuda en favor de Bankia-BFA.

En porcentaje de PIB, las ayudas para superar la crisis han pasado de niveles significativamente inferiores al 1% del PIB a superar el 8% en el ejercicio analizado.

Con todo, las ayudas públicas globales concedidas en el año 2010 sumaron 92.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 46% en comparación con la cifra de 2009 (63.022 millones).

Así, las ayudas públicas alcanzaron en ese ejercicio el 8,70% del PIB frente al 5,92% del 2009, y pasaron de suponer 280 euros por cada ciudadano a suponer 1.960 euros por cada persona residente en España. Repetimos que estos datos han sido ofrecidos por la Comisión Nacional de la Competencia.

No hace falta ser de Parapanda para saber de dónde se han detraído estas ingentes cantidades de capital: de las políticas de enseñanza, sanidad,  la vivienda y del conjunto de la protección social; de la investigación y de las infraestructuras. Esto es, de lo que se recorta drásticamente al Estado de bienestar y pasa al poder financiero. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

LA RENOVACIÓN DEL PSOE Y LA HUELGA GENERAL



Todavía es muy pronto para que el PSOE diga algo con cara y ojos sobre el descenso electoral en Galicia y Euskadi. Pero lo que han dicho hasta la presente destacados militantes socialistas tiene todas las trazas de pereza mental. Sin embargo, no faltan observaciones fuertes en torno a las características más relevantes de la praxis de la izquierda, que fundamentalmente parecen dirigidas al principal partido de la oposición española. Por ejemplo, las que venimos comentando al hilo del último libro de Josep Ramoneda (1).

No hace falta ser del PSOE para tener el derecho-deber de hablar de este partido. También no siendo del PSOE uno se siente concernido, directamente, por cómo es, qué es y qué quiere ser esta formación política. De ahí que analizar, criticar y sugerir -–dentro de las convenciones de un debate fuerte, incluso áspero, pero constructivo-  debería ser una obligación política de toda la izquierda. Naturalmente, empezando por los propios socialistas.

Entiendo, por ello, que la primera gran declaración que se ha hecho, desde la casa socialista, no tiene suficiente consistencia. Han dicho: estamos en un ciclo electoral negativo. Cosa tan evidente como si hubiera afirmado que “el río Guadalquivir pasa por Coria, pasa por Coria, Coria del Río”, como aseguraba una vieja copla andaluza. 

Pero, comoquiera que el batacazo electoral es reiterativo, voces autorizadas de la dirección de dicho partido han hablado de poner en marcha una “profunda renovación ideológica”. Sea, pero séame permitido un amable reproche: esta renovación parece necesaria cuando un cierto sentir del electorado da la espalda al PSOE, pero no cuando éste no capta ex ante qué siente el personal de carne y hueso. En todo caso, bienvenida esa, se dice, profunda renovación ideológica.

Ahora bien, los socialistas tienen un material de arranque: los textos aprobados en el Congreso del Partido Socialista Europeo, celebrado en Oporto en diciembre de 2006. Allí están algunas claves para subir la cuesta con alforjas, no definitivas pero sí, al menos, más convenientes. Si tiran de esa veta, dándole las oportunas manos de pintura, pueden ponerse al día. 

Por mi parte les doy una pista de por dónde empezar la reflexión. Premisa: la democracia liberal ha sido un equilibrio permanentemente inestable entre una aparente igualdad política y una real desigualdad económica. Ahora el orden del día del batallón neoliberal es quebrar toda parcela de igualdad política para consolidar y extender la desigualdad económica. A eso, entre otras cosas, responde la convocatoria de la huelga general para el 14 de Noviembre.

La referencia a esta huelga no es instrumental. Lo digo con claridad: intuyo que una parte considerable del voto perdido por el PSOE está pendiente de qué hará concretamente ese partido antes, durante y después del 14 N. De momento, Valeriano Gómez ha apoyado la huelga y ha dicho que "sobran razones en España y en Europa para hacerla".  Son palabras inequívocas las del ex Ministro de Trabajo socialista. Pero con ser importante la voz de este barítono nos falta saber qué dirá el coro. Y, especialmente, qué harán concretamente las sedes locales de dicha organización.  



martes, 23 de octubre de 2012

LA IZQUIERDA INCOMPLETA DE RAMONEDA



El libro de Josep Ramoneda La izquierda necesaria. Contra el autoritarismo postdemocrático tiene como objetivo, se nos dice, “a) defender una idea de la izquierda como afirmación y no como negación; describir el carácter nihilista del modo de organización social que está minando los fundamentos de nuestras sociedades; c) advertir acerca del crecimiento de una cultura de la indiferencia que favorece la evolución de la democracia hacia el autoritarismo postdemocrático”.  Sobre esto último polemizábamos en nuestro primer ejercicio de redacción sobre el nuevo libro del maestro Ramoneda  EL TRABAJO EN LA IZQUIERDA NECESARIA (1).

 

Hasta donde llevo leído, la izquierda, según Ramoneda, se reduce a los partidos políticos de esa orientación. Lo que me produce un fastidio controlado. Es como si eliminásemos la hipotenusa en el teorema de Pitágoras. Justamente cuando, en España y Europa, hay un reverdecimiento del sujeto sindical e irrumpen movimientos de nuevo cuño en la arena pública –esto es, la izquierda no partidaria--  el maestro Ramoneda (que analiza lúcidamente la problemática de la izquierda política sensu strictu) ni siquiera les tiene en consideración. Y sin embargo, estos agentes “hacen política”, son sujetos políticos en el sentido completo, no amputado, de la palabra “política”.  Y, como he dicho en otras ocasiones, no son sujetos de la izquierda, sino que están en la izquierda. En unos casos mirando con el rabillo del ojo a los partidos; en otros desdeñando altivamente a la izquierda política. Que sea relativizado o incluso ignorado por los partidos políticos de la izquierda no niega lo anterior. Se trata, efectivamente, de un distanciamiento real que todavía no está siendo abordado con coraje.

 

De un lado, la izquierda política reduciendo su quehacer a la acción institucional que, siendo imprescindible, no abarca la totalidad de la política; de otro lado, la izquierda social que está abocada a la (también) necesaria contestación a todo el vendaval neoliberal. Pero unos y otros dejan de lado algo que el mismo Ramoneda recuerda incisivamente: “[que como] cada proceso de globalización ha puesto en cuestión la condición humana y ha engullido instituciones y culturas del pasado”, ahora –decimos nosotros--  existe una desubicación entre la izquierda política y la izquierda social con relación al proceso, ya sin retorno, de la globalización.

 

Es verdad, existe una izquierda política que se reclama de alternativa. Pero Ramoneda tampoco la menciona, de donde infiero que uno de los catetos del teorema de Pitágoras tampoco aparece en el ensayo de nuestro autor. Que esta izquierda sea minoritaria no explica el silencio de Ramoneda.  De modo que sería conveniente que el filósofo de Cervera ampliara la reflexión, máxime cuando algunos reproches que hace a “la izquierda” no tendrían cabida en esa izquierda que se reclama de alternativa, a la que también se le podrían hacer otras censuras.  

 

En todo caso, más allá de estas consideraciones, no estaría de más que las izquierdas reflexionaran sobre los contenidos del libro que comentamos. Especialmente tras las sucesivos batacazos del PSOE y, más en concreto, tras sus derrotas en Galicia y Euzkadi. Izquierda Unida tampoco debería echar en saco roto lo que se dice en el libro. Y, en otra dirección, la izquierda social no puede ignorar la referencia, antes citada, de “que cada proceso de globalización ha puesto en cuestión la condición humana y ha engullido instituciones y culturas del pasado”.

 

Por otra parte, sigamos atentos a las evoluciones de (clicar aquí) Izquierda Abierta que pretende acabar con la brecha entre la política y la sociedad.  Ahí podría haber un filón interesante.

 

 

(1)           http://lopezbulla.blogspot.com.es/2012/10/el-trabajo-en-la-izquierda-necesaria.html

 

Radio Parapanda. Nuestro amigo Guillermo Gianibelli, desde el otro lado del charco atlántico, mantiene viva la conversación que se inició hace unas semanas. Nos tomamos un respiro para seguir pegando la hebra. Hela aquí: DILEMAS DE LA ACCION POLÍTICA Y DEMOCRÁTICA DEL SINDICATO

 

 

 

domingo, 21 de octubre de 2012

EL TRABAJO EN LA IZQUIERDA NECESARIA




Nota editorial. El nuevo libro de Josep Ramoneda me abre el apetito para reflexionar acerca de lo que el autor llama “la izquierda necesaria”. Será un conjunto de ejercicios de redacción con una serie de comentarios a cada capítulo –o conjunto de capítulos—de dicho libro.


El maestro Josep Ramoneda nos ha hecho un nuevo regalo con su nuevo libro La izquierda necesaria. Contra el autoritarismo postdemocrático.  (RBA Libros, 2012). Se trata de otro importante ensayo que, como siempre, está escrito con una elegante sencillez. Con un estilo que tiene la profundidad del filósofo y la agilidad del buen periodista.

Prácticamente en el incípit el autor sitúa su primera observación: la izquierda no tiene en su agenda aquel sello distintivo que la caracterizó, a saber, la transformación de la sociedad. Ni siquiera, diría yo, aquella calculada ambigüedad togliattiana que no aclaraba si se estaba por romper con el capitalismo o trascender el capitalismo. Lo uno y lo otro no aparecen en parte alguna en la declaración de intenciones de la izquierda.  Se diría que la histórica división entre revolucionarios y reformistas  se ha disfrazado de noviembre para no infundir excesivas sospechas. Ramoneda indirectamente levanta acta de ello y plantea la vieja exigencia de la necesidad de abrir imaginarios de emancipación. Tengo para mí que si no se plantea dicho sentido la izquierda estará en el vaivén del tacticismo permanente.  

Comoquiera que todavía es pronto para enjuiciar el libro –siempre a través de nuestro particular subjetivismo--  tendremos ocasión más delante de conversar acerca de dónde está el baricentro de ese itinerario de emancipación. En todo caso, estamos en condiciones de dar un anticipo: el que nos brinda el eslogan de la magna concentración de los trabajadores italianos, convocados por la CGIL, el sábado 20 de octubre, “Prima di tutto, il lavoro”. Naturalmente, el trabajo que cambia en continua y acelerada transformación.

Por cierto, en el primer capítulo aparece un primer elemento que, para mi paladar, merecería una mano de pintura. Esa mano de pintura debería tener en cuenta las novedades de los últimos años matizando la idea de Claus Offe, que toma prestada Ramoneda: “La sociedad se disuelve en un individualismo de lucha a muerte por la subsistencia” [la cursiva es mía].  Yo veo las cosas de otra manera: las sociedades europeas –y muy particularmente la española--  están en un momento de ebullición, no precisamente individualista, en clara confrontación con las políticas económicas y sociales, en una fase incipiente de exigencia de regeneración de la democracia.

Así pues, el dato actual es, en efecto, “el ataque a fondo contra la condición de vida y trabajo, los derechos sociales y el Estado de bienestar. Y, en ese contexto,     en estos (duros) tiempos que corren, la protesta y el rechazo se centran en las políticas de los gobiernos que siguen las instrucciones de las autoridades europeas y de las instituciones financieras internacionales. Sólo a partir del verano de este último año, las movilizaciones de los trabajadores y trabajadoras de diferentes naciones europeas han sido cada vez mayores, en especial ante la aprobación del Pacto fiscal y de la regla del equilibrio presupuestario como forma de imponer recortes dramáticos en el gasto público y extender la denominada “austeridad” entendida como derogación práctica de los estándares mínimos de existencia de las capas subalternas de la población. Todavía se desarrollan los calendarios de movilizaciones país por país, y el 20 de octubre ha correspondido a Inglaterra – con multitudinarias manifestaciones en Londres, en Glasgow o en Belfast – y a Italia, con una concentración de más de cien mil personas en Roma. El salto cualitativo se observará el 14 de noviembre, con la jornada de lucha europea convocada por la CES en la que coincidirán las jornadas de huelga general en España, Portugal, Grecia y Chipre por el momento, y manifestaciones en todos los países europeos”.  

Como se explica en   http://baylos.blogspot.com.es/2012/10/po-ner-freno-la-violencia-del-poder.html.  

Pues bien, lo que explica Baylos --lo que realmente estamos viendo--  no es precisamente "el crecimiento de una cultura de la indiferencia" sino fundamentalmente  una radical contestación, sostenida en el tiempo y en el espacio, al "autoritarismo postdemocrático". Esta es la mano de pintura que proponemos para iniciar la lectura de “La izquierda necesaria” del maestro Ramoneda. Pero, en fin, todavía es pronto para zanjar una opinión definitiva sobre un libro que, en cualquier caso, merece la dicha  leerlo atentamente, nunca en diagonal.   

viernes, 12 de octubre de 2012

LA POBREZA EN LA ESCUELA PÚBLICA



Hèlios López

Mi escuela pública se llama Àngela Bransuela. Lo primero que me contaron los nuevos compañeros de trabajo fué la historia vital de esta mujer, era a mediados de abril del 2009, y al escucharla fuí sintiendo admiración y la alegría de estar allí presente. Doña Àngela Bransuela Nonell nació en Mataró el día 8 de agosto de 1883 y murió en la misma ciudad el día 14 de noviembre de 1965. Cuando tenía cinco años murió su madre y poco después sus dos hermanas mayores. En 1905 se casó con Don Manuel Plana Boneri y nueve años más tarde enviudó con cinco hijos. Doña Àngela Bransuela, conocida cariñosamente como Angeleta, empezó a trabajar con el fin de levantar y alentar la chiquillería hacia un futuro. Superando privaciones y obstáculos personales y también gracias a la solidaridad de muchas personas pudo escolarizar a todos sus hijos y proporcionarles una educación.  Años más tarde, su hijo Don Manuel Plana Bransuela, farmacéutico, en agradecimiento a todas las personas que habían ayudado a su madre, donó unos terrenos a la ciudad situados en el actual barrio de Vista Alegre. Su deseo era que en ese preciso espacio se levantara una escuela pública y que ésta andara con el nombre de su madre: Àngela Bransuela. Todos los días del año su mirada, enmarcada en un cuadro, preside el despacho de dirección. Es una mirada magnética y atenta a la justicia que por su lado derecho me transmite firmeza y perseverancia y por su lado izquierdo afecto y optimismo. Y así fué cómo el 15 de septiembre de 1976 esta voluntad empezó a caminar, haciendo más grande la Ciudad del Saber y la Ciudad del Trabajo.

Mataró hoy hace bandera de un magnífico y merecido Tecnocampus para la ciudad y para la comarca del Maresme, con el activo de una envidiable red de centros educativos públicos diseminados en cada barrio: guarderias municipales, escuelas de infantil y primaria, institutos, escuelas de adultos, una escuela oficial de idiomas y otros centros y recursos municipales que incentivan la formación del ciudadano en múltiples cursos, talleres y seminarios. Esta es la arquitectura humana de la Ciudad del Saber que hemos construido entre todos.

La escuela Àngela Bransuela lleva muchos éxitos en sus alforjas y cada año se renueva con fuerza e ilusión para seguir siendo uno de los faros de la Ciudad del Saber. Sin embargo, hay un gran enemigo que se está colando muy rápidamente, y no por la puerta falsa, no por la puerta de atrás. Este enemigo es la pobreza, y su fin es insaciable: robarnos y privarnos la luz de un faro muy especial, una luz valiosa que nos enriquece, nos fortalece en un crecimiento colectivo y personal impagable transmitiendo y compartiendo ideas, valores, actitudes, sentimientos, conocimientos, recursos, habilidades, autoestima y bienestar. La pobreza es un monstruoso y alargado parásito de siete cabezas, con múltiples caras y garras que en su primer asalto ha puesto un pie en la Ciudad del Trabajo y ha entrado, en los siguientes asaltos, en muchísimas familias, en comunidades de vecinos, en numerosas calles y barrios de nuestros pueblos y ciudades. La pobreza hoy no es sólo la pobreza material – falta de recursos-, es también una pobreza intelectual – falta de ideas - y espiritual – falta de motivaciones, ilusiones, aspiraciones- en el ámbito colectivo y personal. Hoy la pobreza es más hostil que nunca y ha declarado, en todos los frentes, con todas sus armas y municiones, la guerra contra la emancipación y el progreso del ser humano.

Mi Àngela Bransuela se sacude, cada día, este alimaña trepadora, remando sin parar, con el trabajo organizado, meticuloso y coordinado de: maestros, psicólogos, logopedas, psicopedagogos, monitores de comedor, de extraescolares, de acogida matinal, padres y madres. Pero este bicharraco roza, araña, clava o penetra sus garras en algunos niños que veo, saludo, hablo y trato en el día a día del curso escolar, hurtándoles o privándoles de aquellos ingredientes vitales y necesarios para su crecimiento. La actividad del casal de verano en mi escuela – terminadas las clases lectivas, un equipo de monitores organiza y construye un proyecto socioeducativo de un mes, subvencionado por el Ayuntamiento de Mataró – ha tenido los últimos veinte años una media de 100 niñ@s y con un balance y unos resultados exitosos. El verano del 2011 quedó en 50 niñ@s. El verano de 2012 se anuló por “falta de demanda”. En efecto, la palabra tecnocrática “falta de demanda” tiene un efecto pseudobalsámico ya que maquilla, esconde, tapa, camufla, desvía, distrae o desplaza una realidad objetiva más profunda. 

El resultado ha sido que las numerosas familias en paro han pasado el verano con los hijos a tiempo completo y no pocos abuel@s han sido un punto de acogida de los niet@s más allá de lo sostenible en sus fuerzas, su tiempo y su economía disponible durante esta estación. La política de becas y ayudas de comedor del Consell Comarcal del Maresme y de libros y de necesidades educativas especiales de la Generalitat los últimos dos años ha sido para despistar y desesperanzar a las familias. Llegan tarde, para menos unidades familiares y mal dotadas económicamente. En mi escuela el precio del tiquet infantil del comedor por niñ@ / día no becado, de la empresa subcontratada, especialista en cáterings y comedores de comunidades era el año 2010 de 6 €, el año 2011 de 6,15 € y este curso de 6,48 €. En otras escuelas públicas de Mataró se paga hoy 6,80 €. Mi pregunta es: ¿no puede haber un precio social único en Mataró?. ¿Por qué esta disparidad?. Sí, ya lo sé, la comparación no es pertinente o quizá sí: hoy el menú A del restaurante chino de la avenida Alfonso X El Sabio de Mataró vale 6, 25 €, y és más competitivo teniendo en cuenta además que Doña Irene Rigau, Consejera de Educación del Gobierno de CIU en la Generalitat, ha despojado el valor y la función educativa y social del comedor escolar y anulado la tarea pedagógica de sus monitores que conocen, detectan y controlan qué niñ@s sólo comen los platos del menú infantil como plato único y central del día. 

La actitud de muchas famílias, y ya hace un mes que han empezado las clases, es de ansiedad, de rabia contenida al preguntarme día tras día ¿cuándo llegan los impresos de beca de los libros?. El día 31 de octubre finaliza la utilización de los tiquets de beca de comedor del curso pasado y no parece existir puente que empalme para este curso. Desde hace dos años para acá son más los padres y madres que llevan y recogen los niñ@s al cole, antes era más visible el abuelo y la abuela como persona enviada por la família. Hay movimientos migratorios llamativos de famílias enteras, o de miembros puntuales de una família: vuelven a Marruecos, a Ecuador, o a Perú como efecto de rellamada o de reasentamiento del país de origen para más tarde volver, con el proceso de desescolarización del niñ@ y el retraso educativo que conlleva para luego volverlo a escolarizar en mi escuela o en cualquier otra de Catalunya. En otros casos famílias que vuelven a Andalucía o a Extremadura, donde calculan que es más sostenible vivir allí. Hay un baile de expedientes e informes de aquí para allà: notas, faxes, cartas certificadas, correos electrónicos. 

El aumento de trastornos, síndromes y enfermedades mentales está subiendo en los niñ@s y hay semanas que noto una intensa demanda de entrevistas de supervisión, de seguimiento y contactos por parte de los maestros con las famílias, con el equipo directivo para acordar el pago de la quota de material. Descuelgo el teléfono y hay días que Cáritas llama dos o tres veces preguntando por un caso familiar. Se palpa un ambiente de fragilidad en aquellos niñ@s que se ven desplazados de: las nuevas tecnologías, no pueden acabar ciertas tareas, actividades o deberes ya que no disponen de ordenador en casa y sus habilidades digitales son limitadas, de salidas y excursiones porque los padres no las abonan por estrechezes económicas y se sienten excluidos. Me asombra el ver niñ@s de 9 años que asumen precozmente la responsabilidad de llevar a su casa a su herman@ de 4 ó 5 años. Me deja perplejo el comprovar niñ@s de 10 años de mirada adulta y seria como saben llevar bien su mochila, como saben tener cerradas sus emociones.

La Ciudad del Saber como alta torre de luz está sufriendo una oleada de asaltos gigantescos. La pobreza que se cuela en las aulas es un tsunami no registrado en ninguna agenda política en este país. Creo que es imperativo abrir un debate de largo recorrido, una reflexión causal, omnicomprensiva, constructiva y global sobre este tema así como una radiografia que nos enseñe la interacción de todos los componentes que intervienen. ¿Por qué no constituye una gran mesa con la presencia de instituciones y agentes sociales y se diseña una hoja de ruta ambiciosa y monitorizada para expulsar la pobreza de nuestras vidas?.

Otra oleada no menos amenazadora, intensa y sumergida a la principal es cómo el management se introduce en la escuela, cómo la Ciudad del Saber se queda sin luz propia, andando desdibujada y desplazadamente a una posición subalterna a los dictados de los mercados.


martes, 9 de octubre de 2012

SOBRE LOS DILEMAS DE LA ACCIÓN POLÍTICO-DEMOCRÁTICA




DILEMAS DE LA ACCIÓN POLÍTICO – DEMOCRÁTICA es un interesante trabajo de Guillermo Gianibelli. En él podemos encontrar una serie de interrogantes muy sugerentes que el lector sagaz hará bien en darle vueltas a la cabeza. Por lo que a mí respecta intentaré aproximarme, no sin vacilaciones, a lo que nos solicita el texto.

 

Tengo para mí que hace tiempo entramos en una fase de democracia envejecida. O, por mejor decir, agotada. Las organizaciones políticas y sociales más afectadas por ello son aquellas que se plantean un sentido, esto es, el desarrollo pleno del sistema democrático. Es más, tengo la impresión de que incluso el sentido parece desdibujado.

 

El mundo de la globalización lo ha trastocado todo: las formas democráticas (y el ejercicio de la política) siguen manteniendo el carácter local mientras que la economía-mundo, en sus expresiones más significativas, es el gobierno real de las cosas. No se trata solamente de una asimetría sino de un desajuste sistémico que maniata (y, por lo tanto, inutiliza) la acción política de todos los sujetos, especialmente los que tienen como bandera la transformación de la sociedad. De ahí que parta de esta certeza: mientras la acción política mantenga su carácter (proyecto y formas de representación) la democracia será un trampantojo. Es más, no sólo podrá avanzar sino que quedará estancada, lo que equivale a decir que irá involucionando.

 

Pues bien, si ello es cosa sabida no encuentro explicación al hecho de que la izquierda (política y social) no se decida a ser un sujeto plenamente –o, al menos, tendencialmente--  global. Y si lo ignora las consecuencias todavía serán más dramáticas.

 

En resumidas cuentas, no veo de qué manera se pueden responder los incisivos y necesarios interrogantes que  plantea Gianibelli, si no se despeja definitivamente el carácter aldeano de la política y sus consecuencias en la democracia y en las izquierdas. No es un problema de escepticismo al por mayor sino, como se ha dicho anteriormente, del desajuste sistémico entre lo global y lo nacional. Que podría llevar a las fuerzas de izquierda a la oficina de objetos perdidos do mora, ya inútil, la astronomía de Tycho Brahe.

 

El autor acaba su artículo con una propuesta de este calado:  La crisis como oportunidad es el momento en que justamente las “seguridades” que supuestamente el sistema confiere ya no son tales o muestran un resquicio en que la ecuación no es tan satisfactoria en relación a las posibilidades de otro mañana. Ello implica, también, que los movimientos sociales que lo alumbren rompan con las lógicas de actuación dentro del sistema. Si el sujeto sindical constituido se mira menos como gestor / contradictor de / en la crisis y más como sujeto vanguardia de aquel sentido del poder constituyente puede que articule aquella potencia y contribuya a conducir el porvenir.  

Lo que, a decir verdad, constituye un órdago a la grande. En efecto, creo que Gianibelli acierta en la necesidad de que el sujeto sindical deje de ser “gestor / contradictor de / en la crisis”. Pero sería importante que nos aclarase qué quiere decir exactamente “ser sujeto de vanguardia”. ¿Se refiere a ser vanguardia de los movimientos sociales? ¿sujeto de vanguardia de la sociedad? Ruego amablemente que nuestro amigo Guillermo se extienda en cualquier blog del universo Parapanda sobre el particular, y de esa manera podríamos seguir conversando.    

 

 

lunes, 8 de octubre de 2012

EL DEBATE POLÍTICO-SOCIAL EN CATALUÑA



Notas para abordar ese debate



Isidor Boix

  1. La próxima cita electoral catalana es importante, no tanto por las expectativas de sus resultados, aparentemente bastante “cantados”, sino por el debate público que inevitablemente provoca.
  2. Parece una hábil maniobra de CiU no sólo para mejorar su representación parlamentaria sino también para tener otros 4 años para aplicar sus políticas, evitando un mayor desgaste por su complicidad (de votación y desarrollo) con la del PP en Madrid y en Barcelona al conseguir encubrirla con el debate identitario y soberanista.
  3. El principal problema de la sociedad catalana no es el del desarrollo de las libertades nacionales, sino cómo hacer frente a la crisis, para salir de ella, es decir la defensa del modelo social europeo, el estado de bienestar, …, aunque preferiría decirlo de otra forma: cómo desarrollar el “Estado Social de Derecho” en el marco de la crisis que sacude el mundo desarrollado, Europa principalmente.
  4. Y junto a la crisis económica (y social, política, de modelo de consumo, …) hay que subrayar el deterioro de la política, es decir de la acción colectiva de la ciudadanía. Junto a los ejemplos que cada día derivan de acciones como el 15M, el 25 S, …, traducidas en significativas consignas “rodear el Congreso”, “políticos fuera”, …, la valoración de la clase política (gobernantes, partidos políticos, también sindicatos, …): todos los políticos suspenden. Muy elocuente es la respuesta o reacción (escasas o inexistentes) a la propuesta de la Secretaria General del PP, del partido que gobierna, y Presidenta de Castilla La Mancha, de suprimir el salario de los diputados, es decir dejar la representación y gestión política en manos de rentistas o de asalariados de corporaciones empresariales. Su aplicación supondría retroceder casi 200 años, eliminando una importante conquista democrática.
  5. Es evidente por todo ello la habilidad de CiU para incorporar a su acción política (escenificada por al manifestación del 11 de septiembre, pero acompañada por planteamientos anteriores y posteriores) a organizaciones políticas y sociales aparentemente (quizás realmente, aunque no sepan cómo afirmarlo y sobre todo aplicarlo) enfrentadas frontalmente con las de la derecha catalana (nacionalista y antinacionalista), como son las principales organizaciones sindicales, Iniciativa, sectores “catalanistas” del PSC, … El 11 de septiembre había pancartas y slogans contradictorios, pero de poco sirvieron los que confrontaban con la política económica, social, …, de CiU. Sus promotores habían incluso sido advertidos de que se contabilizarían todos los manifestantes como de apoyo a la pancarta que la presidía. Y así fue, ha sido, es.
  6. Profundizar, desarrollar, todas las libertades, adaptar permanentemente sus formas y contenidos a la realidad, problemas, intereses, contradicciones, de cada momento, es ciertamente una necesidad. Y entre ellas las libertades “nacionales”. El riesgo es cuando la defensa exclusiva y excluyente de éstas, la afirmación crispada de la identidad, se convierte en una cortina de humo que esconde, diluye, confunde, otros derechos y libertades que pueden ser prioritarios o estar más gravemente amenazados, como entiendo que sucede ahora.
  7. Convendría desenmascarar el argumento estrella: “nos roban”. Argumento fácil, que no necesita además argumentación seria en un momento de “recortes” del “estado de bienestar”. Pero quizás más grave que su discutible rigor son las fronteras para la solidaridad que crea en una sociedad como la catalana integrada por inmigrantes procedentes de toda España, que luchó solidariamente con los demás pueblos del Estado español contra el franquismo, que ha ido construyendo su identidad social, cultural, …, a lo largo de siglos con una permanente interrelación con los demás ciudadanos españoles.
  8. Pero, además, la afirmación prioritaria del principio de la solidaridad restringida puede suponer un contagioso virus que nos lleve pronto a examinar qué territorios catalanes se benefician, real o supuestamente, de los impuestos pagados en otros, …

Seguramente no es suficiente afirmar lo que no nos gusta y porque, aunque tiene ya sentido. Sería conveniente abordar el siempre complejo, y más ahora, “qué hacer”. Algunas cosas a este respecto:

  1. La necesaria regeneración política debe plantearse con algunas referencias básicas que bien pueden situarse en una posición “de izquierdas”, y sin ningún problema para añadirle “federalista” como expresión del siempre positivo desarrollo de todas las libertades, desde las individuales a las colectivas, de todos los colectivos. Pero ahí cabe ya una primera observación al hablar de “colectivos”: de los diversos colectivos, no sólo el resultante de la identidad nacional, lingüística, cultural (y los límites de éste estarían también por ver), y uno de los cuales, no se olvide, es la clase trabajadora, con una importante unidad “española” construida a lo largo de muchos años.
  2. La regeneración política exige un liderazgo y la convocatoria electoral podría facilitarlo si se sitúa el objetivo a más largo plazo, sin desechar el interés de los resultados electorales pero sin entenderlos como objetivo único, y quizás tampoco prioritario.
  3. El eje debería ser cómo afrontar la crisis partiendo de una necesaria crítica, y autocrítica, de cómo se ha abordado desde las izquierdas, políticas y sociales. Desde los gobiernos de España y de Catalunya, “zapaterismo” y “tripartito”. Asumiendo las razones del sentimiento generalizado de los que se han sentido, nos hemos sentido, engañados de hecho, por la escasa voluntad, o incompetencia, para aplicar principios y políticas proclamados/as.
  4. Un punto de partida, me parece cada vez más importante, es asumir que la crisis es real y que para hacerle frente hay que asumir políticas “de austeridad”. Una dificultad podría considerarse que no se haya planteado abierta y colectivamente, desde las izquierdas, en estos términos desde sus inicios allá ya por el año 2009. No se ha planteado, pero de hecho se ha aceptado la austeridad, la austeridad impuesta, en la medida que las respuestas han sido más para dejar constancia de un desacuerdo que para corregir el rumbo de una política. Por otra parte éste no ha sido un problema de la izquierda social y política catalana o española, sino también de la europea, y casi de la “global”. Sólo que a veces (¿o siempre?) no es bueno aplicar aquello de “mejor equivocarse con el partido que tener razón fuera”2.
  5. Por otra parte el rechazo de la austeridad, o de las medidas que la concretaban, ha sido una constante no sólo desde la izquierda, sino que, cuando ésta ha gobernado, ha sido también la posición de las derechas (PP en España y sus homólogos en Portugal, en Grecia, …).
  6. Sólo desde la asunción de la necesaria “austeridad” se podría discutir, y negociar, qué medidas (donde recortar), con qué contrapartidas (de política fiscal, de incentivo a la actividad, .,..), con que instrumentos de control e intervención (por parte de las organizaciones que intervienen), …, para llegar a un necesario consenso. Claro que para llegar a este tipo de acuerdos (y lo hemos comprobado mil veces en la acción sindical) es necesario contar con un suficiente grado de confianza (imprescindible en tales circunstancias) de los representados a los que se va a imponer sacrificios.
  7. Es curioso, o significativo, que lo que negamos en los planteamientos formales, públicos, es a la vez lo que en muchos sitios hacemos en la práctica sindical diaria, aunque sin el apoyo, la fuerza y la cobertura que darían unos planteamientos que integraran teoría y práctica. Un ejemplo puntual de lo que podría haber sido una política más general es el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014, ahogado a los pocos días por el RDL del Gobierno Rajoy con su “Reforma Laboral” profundizando la iniciada por el Gobierno Zapatero, también sin acuerdo sindical.
  8. En los últimos tiempos se ha ido afirmando progresivamente el valor (quizás por la progresiva dificultad de otras) de las acciones de calle, con escasa atención a la heterogeneidad de los elementos de protesta (slogans, pancartas, …), que muchas veces sólo eran sumables en el nº de manifestantes y en el oponente al que denunciaban y acusaban, pero difícilmente integrables en un proyecto y en propuestas colectivas coherentes.
  9. Vuelta al centro de trabajo (desde el sindicalismo), a las unidades y colectivos ciudadanos, lugares de intereses colectivos identificables, organizables, …
  10. Seguramente es necesario pronunciarse en relación con el derecho de “autodeterminación”. Desde la afirmación del valor superior de las libertades, la democracia, …, parece difícil confrontar con una tal propuesta. Y sin embargo, más allá del necesario respeto a las reglas que colectivamente nos hemos dado (y en nuestra Historia no es un elemento secundario la Constitución de 1978, es decir lo que establece y las modificaciones a la misma para las que la propia Constitución marca el camino), será siempre una cuestión a discutir, y concretar, el ámbito en que se plantea, la identidad del colectivo que se consulta. Las Comunidades Autónomas lo son ciertamente, mañana pueden serlo los municipios o las provincias (y algunos ejemplos de tensiones en dichos ámbitos los hay).
1 Notas personales para los amigos
2 Si bien es cierto que para mantener el rumbo, y para cambiarlo, es necesario remar todos en el mismo sentido y que haya alguien al timón. Éste es el sentido de la organización y de la difícil relación, más en los momentos difíciles, entre debate y gobierno de las organizaciones lo que indudablemente acentúa la responsabilidad de los órganos, y las personas, de dirección.

domingo, 7 de octubre de 2012

¿QUIEN MOVILIZA MÁS?




No creo que sea el momento de entrar en una disputa acerca de quién está más o menos sobrevalorado, si la acción de ciertos movimientos sociales o la capacidad de arrastre y representación del sindicalismo confederal.  Esta es una controversia inútil y no conduce a nada positivo. Además, se corre el riesgo de entrar en una logomaquia de separación y no de confluencia.

Todo indica que no será fácil el diálogo entre el sindicalismo y una serie de movimientos, pero al menos es exigible que se haga bien, en condiciones. Sin gratuitas concesiones, por supuesto. Pero siempre buscando puntos de encuentro. Mala cosa la de buscar quién mea más largo. 

sábado, 6 de octubre de 2012

LA VIOLENCIA DE LOS PODERES PÚBLICOS Y PRIVADOS



La violencia de los poderes públicos y privados recorre impunemente España.

Se trata de la violencia del poder privado empresarial llevando a cabo una oleada de despidos: toda una auténtica y silenciosa reestructuración, que no está siendo suficientemente percibida, puesta en marcha con independencia de la situación económica de la empresa en cuestión.

Se trata de la violencia del mando político hacia las fuerzas policiales para que conviertan el conflicto social en batallas campales contra los manifestantes. Y se trata, también, de una novísima violencia verbal –en concordancia con lo anterior--  no sólo de tertulianos que transforman la palabra en eructo sino de dirigentes políticos e, incluso, responsables institucionales.

Un autorizado portavoz del Partido Popular que insulta desvergonzadamente a un juez y, horas más tarde, pide excusas. Y ahora, la guinda espeluznante de un alto cargo, en los aledaños del gobierno, un tal Castelao Bragaña. “Las leyes, como las mujeres, están para ser violadas”. No estamos ante un jovenzuelo de biografía lampiña, sino ante un caballero maduro de pelo plateado que, a buen seguro, está suficientemente entrenado para lanzar regüeldos de esta naturaleza. Que es políticamente más grave que el ya famoso “¡que se jodan!” de la diputada por Castellón.

Que este energúmeno de Castelao Bragaña haya sido cesado resuelve a medias el problema si no es llevado a los tribunales por apología de la insurrección a las leyes. Todo indica que, sin embargo, se irá de rositas y, con toda probabilidad, acompañado de piropos al estilo de “un par de cojones” y algún que otro homenaje submergido. Si eso lo hubiera dicho alguien de izquierdas le hubiera caído encima el diluvio universal.

¿No habrá alguna entidad que lleve a los tribunales a este déspota?

Ay, si yo estuviera en forma desarrollaría las conexiones entre la violencia de los poderes privados y la violencia termidoriana que, impunemente, pasea su insolencia antidemocrática por los cuatro puntos cardinales. 


martes, 2 de octubre de 2012

LA HUELGA DEL PRÓXIMO NOVIEMBRE




Dentro de poco tendremos noticias sobre el día y la fecha de la convocatoria de huelga para el mes de Noviembre, posiblemente abarcando a una serie de países europeos.  Todo indica que, en España, será otra movilización de envergadura. Los motivos están ahí, provocados por las derechas carpetovetónicas y las periféricas.  Y también el potente piquete mediático de los organizadores del gran estropicio que está provocando exasperadamente: Mariano Termidor con sus advocaciones a la mayoría silenciosa con ese estilo de “¿a qué no te movilizas?”. De manera que hasta los relojes de todos los campanarios –por supuesto, también los de muñeca y bolsillo— deben sentirse concernidos y cumplir con su derecho / deber de pararse.

 

Pues bien, no debe quedar un responsable de la crisis sin su correspondiente dosis de censura. He aludido directamente a las derechas periféricas. Pongamos que hablo de las catalanas, que tienen esa rara habilidad de disfrazarse para no infundir sospechas. La huelga catalana no debe tener equívoco alguno. Precisamente Joan Coscubiela en un reciente artículo, EL DOBLE LENGUAJE DE CIU, pone al descubierto nuevamente el carácter esencial del gobierno catalán (neoliberal de día, soberanista de noche, al igual que la rosa de Alejandría) en sus responsabilidades de todo un conjunto de medidas que se han puesto en marcha a lo largo de esta legislatura española como la propiamente catalana.  

 

lunes, 1 de octubre de 2012

MÁS SINDICATO




3 de Octubre de 2012 en Palma de Mallorca


(Apuntes para una charla)



Para mí es un placer participar en la presentación de este libro de Antonio Baylos "¿Para qué sirve un sindicato?". Como ustedes deben saber ya Antonio Baylos es el Enviado de Karl Korsch en la Tierra, por ello agradezco muy de veras la invitación del Ateneu Pere Mascaró, a través del amigo Rafael Borrás. Para un servidor, un viejo sindicalista, es un acto de militancia, y a estas alturas es de muy agradecer que se acuerden de uno. 

Se trata de uno de esos libros decisivos que aparecen en un momento importante, esta vez con una llamada de atención y un doble interés pedagógico: de un lado una argumentación de la utilidad del sindicalismo confederal que llama a millones de asalariados a participar en la vida del sujeto social; de otro lado, haciendo sugerencias al sindicalismo –a su proyecto contractual y a las formas de la representación— para que sea más eficaz. Vale la pena recordar que Antonio Baylos no es un académico encerrado en una Torre de Marfil sino un jurista comprometido, en España (ahora también en Italia) y en Latinoamérica con los problemas del movimiento de los trabajadores y sus organizaciones sindicales.


Primero


Desde hace ya algunos años vivimos dos procesos simultáneos: de un lado, una serie de crisis superpuestas (económicas y políticas, principalmente) que están arruinando tanto la condición de vida de millones de personas en Europa, y más allá de sus confines, como la democracia tal como la hemos conocido; de otro lado, un movimiento social de gigantescas proporciones en España y en Europa, dirigido por el sindicalismo confederal y un conjunto de movimientos diversos en clara respuesta a la crisis económica, política y moral, planteando una profunda regeneración democrática.  

Estas crisis superpuestas están siendo gestionadas con estos objetivos que son inseparables entre sí: la desforestación de los derechos sociales, un ataque sin precedentes al poder contractual del sindicalismo confederal, el desguace de importantes áreas del Estado de Bienestar y un enervamiento de la democracia. Esta es la intención de lo que Luciano Gallino define como clase capitalista global que lleva tiempo organizando la lucha de clases “desde arriba” (1). Su objetivo, claramente explicitado, es: que esta fase de innovación-reestructuración de los aparatos productivos y de servicios, de toda la economía, se desarrolle sin sujetos alternativos, sin los elementos tuitivos del iuslaboralismo, ni controles  democráticos capaces de enfrentarse al gigantesco proceso de acumulación capitalista que está en curso. Es algo más que una anécdota la frase de la churrigueresca ministra Báñez     que dijo  en un acto en Bilbao en una reunión organizada por el Círculo de Empresarios: “tengo más miedo a los jueces que a los hombres de negro ”.

En este proceso, también (y sobre todo) de grandes transformaciones tecnológicas que inciden en el trabajo, en la estructura y composición de las clases trabajadoras, el sindicalismo confederal está dando una batalla sostenida, negándose a ser un sujeto cooptado por los poderes económicos y políticos (hoy termidorianos) en España. Mientras tanto, las izquierdas políticas –para decirlo educadamente con el maestro Bruno Trentin— han estado distraídas. Es más, mantienen el vicio, que ya denunciara el mismo Trentin, de hacer política sólo en las instituciones (2). Una politique-politicienne que, salvo honrosas excepciones, no tiene el trabajo y su valoración social como elemento central de la acción política.  


Segundo


El sindicalismo confederal español –también pienso lo mismo en el caso europeo--  tiene ante sí un conjunto de desafíos para ser un sujeto más plenamente eficaz en esta larga fase de innovación-reestructuración de la economía mundo. Un inciso: llamo la atención a la fortísima reestructuración salvaje que se está produciendo en España (por los efectos de la crisis y la reforma laboral) que, en cierta medida, parece estar sepultada por los recortes. Sigo, algunos de tales desafíos los desarrollé en mi ponencia en las Jornadas de Derecho del Trabajo que se celebraron, aquí, en Palma, dirigidas por el Magistrado Antoni Olivé, a finales de enero de 2009 (3). 

Insistiré en mi tesis. Si estamos, como pienso, en una nueva fase, tras el agotamiento del sistema fordista, todo sujeto social (por supuesto, también político) debe intervenir en concordancia; si estamos, como es notorio, en la globalización, todo sujeto alternativo debe tener esa característica, esto es, global. Lo que quiere decir lo siguiente: el programa que organiza ese sujeto, las estructuras que lo conforman y los hechos que le connotan deben estar plenamente incardinados en el paradigma de la globalización. El antiguo constructo togliattiano de “partido de clase y nacional” (en lo referente a “nacional”) ya no sirve. Lo mismo ocurre con el sindicalismo. Perdonen ustedes la referencia personal: yo acuñé en el Segundo congreso de CC.OO. de Catalunya (1980) la expresión “sindicato de clase y nacional”, que sigue manteniéndose. Hoy por hoy pienso que es una formulación desubicada del contexto del universo de las relaciones industriales y laborales, ya globales.  Esta caracterización que hice del sindicalismo catalán fue contingente, esto es, para una etapa, ya superada por la globalización.     


Tercero


¿Qué le sucede al sindicalismo confederal español? Que los programas que definen sus congresos tienen la vocación de ser globales, pero el proyecto que organiza, la representación que estructura y los hechos cotidianos –especialmente en lo atinente a la negociación colectiva--  siguen estando en clave fordista, cuando este sistema se ha ido con la música a otra parte. Más todavía, como se ha dicho anteriormente, las grandes movilizaciones en curso se están dando en el contexto del postfordismo. Lo que, a mi entender, provoca una considerable asimetría entre la personalidad del sujeto colectivo y la fase en la que se están dando las movilizaciones, las más importantes desde la Segunda guerra mundial. La asimetría es evidente en esta lucha de clases, dirigida “desde arriba” por esa clase global contra el movimiento de los trabajadores que actúa localmente o nacionalmente.


Cuarto  
   

Al sindicalismo le cuesta salir del sistema fordista. Verán ustedes, una lectura atenta de la radiografía de la negociación colectiva española indica que más del setenta por ciento de los contenidos concretos de las prácticas negociales de la organización del trabajo –lo que llamamos en jerga sindical las cláusulas— son un copia y pega de las viejas Ordenanzas Laborales de los viejos y malos tiempos de la Dictadura. Es verdad que hay cláusulas novedosas en ciertos centros de trabajo, pero son pocas y no acaban de concitar una generalización suficiente.

En este sentido quisiera introducir una variable en todo el actual proceso de movilizaciones contra la reforma laboral. Tengo para mí que o se pone en marcha un proyecto anti reforma en clave postfordista o no nos saldremos de ésta. Es más, esa lucha debe ser esencialmente en pos de la creación de instrumentos propios de esta nueva fase de reestructuración-innovación global.  

Así pues, o se procede a un cambio de fondo, que deberá ser gradual, sostenido, o se corre el peligro de que la utilidad y eficiencia del sindicalismo sirva sólo para los últimos mohicanos. Más todavía, la lucha contra el desempleo de masas no será eficaz si el proyecto sindical no es de naturaleza postfordista.

El sindicalismo tiene un sistema de representación que es exactamente el mismo de cuando lo edificamos tras la caída de la Dictadura. La misma morfología de los comités de empresa y de las secciones sindicales de empresa. Precisamente cuando la empresa y el centro de trabajo han cambiado radicalmente. Con esos dos instrumentos está librando el sindicalismo un heroico proceso de movilizaciones.

Pero el comité de empresa es un sujeto autárquico y la sección sindical tiene la misma forma que cuando las pusimos en marcha.  Repito: el comité es un sujeto autárquico por definición y por su práctica durante décadas. Está por tanto desubicado de las grandes transformaciones operadas en el mundo de la globalización. Lo que, en su momento, fue un instrumento importantísimo se ha convertido ya en un anciano de muy escasa utilidad. Es más, mientras el comité exista no será plausible un incremento afiliativo a la altura de las exigencias de los retos del mundo contemporáneo. Hay que pasar, por tanto, a una gradual reforma de la representación del sindicalismo, esto es: proceder a la transferencia de los poderes del comité al sindicato en la empresa. No es que el sindicato en la empresa (y fuera de ella) sea per se un sujeto global, pero potencialmente lo puede ser. En cambio, tenemos la certeza de que el comité no puede dejar de ser lo que es, y nunca será global. 

También el comité de empresa es un instrumento   contingente, válido para una larga fase del sindicalismo español, pero de escasa utilidad en los tiempos que corren. De manera que el sindicalismo debe desprenderse gradualmente de todo lo que ya es una rémora y construir nuevas contingencias. 



Quinto


Ahora bien, trasladar los poderes del comité a la sección sindical exigiría una gran operación. Lo diré sin tapujos: la unidad sindical orgánica del sindicalismo confederal. Quede claro: no estoy planteando ahora la inminente fusión de, al menos, Comisiones Obreras y UGT. Lo que digo apasionadamente es que es necesario empezar a hablar de ese proceso. Ese empezar a hablar no puede dilatarse. Sé que esto que planteo provoca ictericia en mis cofrades sindicales con mando en plaza.

Veamos, el sindicalismo confederal más representativo lleva años en un estadio de envidiable unidad de acción. Que haya chispazos en tal o cual ámbito no contradice lo dicho. Aquí lo llamativo es: esa unidad de acción ininterrumpida, la pertenencia de ambos sindicatos a las instancias supranacionales de la CES y la Central Sindical Internacional y la palpable desaparición de las viejas categorías de antaño que, tradicionalmente, impidieron la unidad sindical orgánica. Es más, si los desafíos que tenemos son gigantescos, pregunto: ¿es más fácil encararlos desde un sindicato unitario que cada cual desde su casa y familia?  Para un servidor es una pregunta retórica porque conozco la respuesta.

Gracias.




(1)             Luciano Gallino. La lotta di classe dopo la lotta di classe (Editorial Laterza, 2012) 
(2)          Bruno Trentin. La città del lavoro (Feltrinelli, 1997). La traducción castellana se encuentra en  http://metiendobulla.blogspot.com.es/
(3)  José Luis López Bulla. El sindicalismo en el siglo XXI (http://www.jornadasiuslaboralistas.org/ponencia.php?id=1)